Querida comunidad:

Comenzar un nuevo año, es pensar que hoy juntos, escribimos en una hoja en blanco lo mejor de cada uno.

Es una oportunidad para recuperar la capacidad de sorprendernos ante lo bello y bueno de nuestra naturaleza humana, para pronunciar palabras que perdonan y alivian, para mirar con ojos de misericordia los errores de nuestros hermanos y los propios.

Es una oportunidad que nos anima a escuchar nuestro corazón para renovar la confianza en el otro y en el Señor.

Envueltos en la esperanza de ser instrumentos de Paz y Misericordia en cada acción cotidiana y en cada decisión que debamos llevar adelante, los saludamos deseándoles un año de Paz y Misericordia.

Nivel Primario – Sede Capital.